Wednesday, August 13, 2008

La plataforma

Mientras Michael decide si volver a irse de putas o no, yo trato de dormitar sentado en el sofá. Robredo es mucho peor jugador que Nadal y el dobles flaquea. Los australianos tienen toda la pinta de ser quienes se lleven el gato al agua. Cierta corriente entra a través de la ventana de la galería y ante mis ojos pasa, fugaz, la idea de irme a la mierda de vacaciones. Quizás un poco más lejos. Sí, he discutido. No me miréis así. En la tercera estantería del horroroso mueble de salón, que imita lo añejo, hay una serie de fotografías mías. Delgado y con pelo. Valerie no es lesbiana. Simplemente una tocacojones. Y no logro dormirme. Dejo aflorar mi odio proyectándolo sobre la cabeza de los tipos más estúpidos que conozco. Aunque estén de viaje por Japón o trabajando hasta altas horas de la madrugada y se empachen de pastillas, seguro que lo pueden sentir. Sigue sin sonar el móvil. Planeo mis próximos días evitando que quede nada al azar. Decido que los concursos de tapas de pueblo son lo más ridículo que existe justo después de las verbenas, y juro y perjuro ausentarme del mundo por un par de días. Y sin alcohol, que tiene más huevos.

Pero lo peor de todo es que una palabra tuya bastará para sanarme.

Friday, August 08, 2008

El talón de Aquiles no tiene fondos

Debe ser el desodorante. O la barba de tres días. Si tuvieras ojos de festival indie, todavía podría decir que eres cool, atractivo y fascinante. Pero no. No lo eres. Eres el mendigo de la séptima, el del carrito de los helados, el de la bolsa del sabeco, el del bastón, del cartón, del pastor alemán. Y yo soy la camarera de los cafés vespertinos, matutinos, de medio día, de media noche, de las copas, de los flanes, que se recita de memoria todo el menú del día. Polígono. Chicle. Bloc de notas. Factura. Libreta. Agenda. Móvil. Llaves. Oreja. Conversación. Pedido. Sábado. Próximo sábado. Retraso. Disculpas. Y yo soy quien te escucha bajarte los pantalones con decoro y sumisión, con calva y sudores de fin de verano.