Friday, January 01, 2010

Cada uno a su manera y Dios en la de todos.

Con dolor de espalda. Con calvas incipientes. Con malos humos. Con dolor de muelas. Con bragas rojas. Con sífilis. Con el carné de conducir retirado. Con orejeras. Con expectativas razonables. Con la televisión a todo volumen. Con el anillo cambiado de dedo. Con el dedo en el culo. Con el culo en la taza. Con los ojos cerrados. Con la lengua fuera. Con pocas ganas. Con muchas. Con incertidumbre desesperanza y hastio en cada poro de tu piel. Con las maletas preparadas. Con un ticket de vuelta esperando en la mesita de la entrada. Con alguien al lado. Con varios al lado. Con el silencio al lado. Con canciones plagadas de ripios con coreografías con bailarinas con serpentina con lluvia de estrellas. Con una prostituta de lujo experta en la lluvia dorada. Con el bolsillo lleno. Con el alma vacía. Con un agujero profundo hiriente y doliente en medio del ventrículo derecho. Con dolor de espalda cerrando el círculo.