Thursday, March 31, 2005

Ciento ocho

El cielo acude a una clínica de cirugía plástica. Que tiene arrugas, dice. Más que arrugas son grietas y las fuentes emanan agua dubitativas, con el viento haciendo mella. El cirujano no es de fiar, un tipo climatológicamente imperfecto, de perilla y anteojos sucios. Con bata planca, de pintor nonagenario más que de equilibrista del bisturí.
No me importa el precio, ni el tiempo. Miento, el tiempo sí, míreme, así y en estas fechas, en dos meses empiezo a trabajar de nuevo. Factoría sol tiene un departamento de calidad que aprieta que te cagas, en cuanto un amanecer no es de su agrado te le devuelven a fábrica, ese, y todo el mes entero, como medida preventiva. Y yo tengo una hipoteca y un coche y mujer y dos hijos.
La nariz torcida es lo de menos. Lo importante son las sombras, la bolsa bajo los ojos, las horas sin dormir, las que me esperan.

Sunday, March 06, 2005

Asturias patria querida

El himen que se rompe, el vaso que se cae, que se rompe igualmente, los hielos por el suelo, el limón, el líquido transparente, el gemido, el cuello estirándose, mirando al techo repleto de luces que giran, izquierda, derecha, negro, amarillo, azul, verde, mezcla, la mano, la cintura presa en dedos firmes, la lengua, el sabor salobre, tanta noche, tanto alcohol, el reloj en vilo, la almohada, la puerta que se abre débil, la cerradura, la sábana arremolinada a los pies de la cama, la ventana entreabierta, la reja, el pueblo, las casas molineras, las manos nuevamente, la falda, el clip, la cremallera, las piernas pálidas atenuadas por las sombras, el pantalón, el botón, el silencio mordido, los labios rudos, la barba de cinco días, la frente abierta, el pelo ensortijado, la caja de preservativos buscados a tientas en la mesilla de noche, el despertador de letras rojas tintineantes, la falta de tacto, el exceso de lujuria, el corto espacio de tiempo que hay entre el cielo y la lluvia que cae, la gota que colma, el momento que cierra el negocio por falta de turistas.