A lo fácil
Eres simple.
Pero no más que yo.
Tienes pinta de eser de esos tipos que se corren a los cinco minutos. No te lo tomes a mal, pero seguro que no me equivoco. Mírate, das el pego, tatuaje tribal en el brazo, camisa blanca desabrochada, pelo engominado, sonrisa profiden, mandíbula potente.
Hoy tengo ganas de follarte. Si, así de simple. Creo no es pecado, ni procaz, ni humillante. Quisiera llegarme hasta tu casa y sin decir nada, ni saludar, nada más tú abrirme la puerta, tumbarte en el sofá, al tiempo que apago con el mando a distancia la televisión, y besarte. Lamerte el cuello, cogerte de la cintura bien firme.