Wednesday, November 03, 2004

Alicia queriendo a Pinocho

Manda huevos.

¿Cabré en una maleta? Nunca lo he intentado, lo reconozco. Pero no dudo tampoco el hecho de que me hace mucha ilusión. Quizás esta noche, cuando llegue cansado a casa, sin ganas de nada más, salvo aflojarme la corbata y sentarme en el sofá a ver qué hacen en televisión, lo compruebe.

Quizás saque la maleta grande, la que usé cuando me marché de casa de mis padres, y me mida. La etiqueta dice que tiene capacidad para ochenta litros. Y si el noventa por ciento de nuestro cuerpo es agua, yo debería poder entrar. Es cierto que probablemente tenga que hacer un ejercicio complicado de contorsionismo, dislocándome un brazo, retorciendo una pierna, y llegándome a pegar lametones en las ingles con la boca, pero creo que, a la postre, merecerá la pena.

No puedo olvidar, antes de hacer la prueba, dejar una nota en la mesa de la cocina para que la vea la asistenta, con la dirección de tu casa, para que sepa dónde tiene que enviarme.